como podeis conprobar este fin de semana me encontré con amigos inesperados.
Os comento: iba en el coche con mis hijos y mi mujer por las carreteras de montaña de Sierra Espuña y cerca de un restaurante estacionamos el vehículo, como siempre saqué mi cámara a pesar de estar lloviendo, en este caso con el 17-40 de canon que era lo que llevaba montado para hacerles alguna foto a mis hijos, cuando nos dimos cuenta que habían animales salvajes bajando por la montaña. Cogí a mis hijos y nos colocamos detras de un árbol, con la indicación de su padre de que no podían hacer nada, nada de ruido, pues en caso contrario no se dejarían ver...o lo que es peor ¡a salir corriendo con los dos nanos en brazos!!. Bueno el resultado lo teneis a la vista, algun que otro jabalí salvaje a unos tres metros de distancia , pero eso sí algo socializado, pues parece ser que con suerte se pueden avistar en ese lugar concreto a detrerminadas horas de la noche, ya que los del restaurante les echan de comer. Aún así, puedo deciros que acojonan, pues cuando te ven se ponen nerviosos y algo histéricos.
Un abrazo, Javier
Un abrazo, Javier
2 comentarios:
Vaya susto! Y vaya suerte llevar la cámara encima...
Ocasiones así provocan más ganas de salir por ahí y tomar buenas fotos.
Genial!
mario
Pues si... ¡¡vaya acojone!!!, mira que si no andas rápido cogiendo a los niños igual se meriendan algún jabalí y te enchironan por atentado ecológico.
Bromas aparte, que chulo y que envidia sana.
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